Desafortunadamente, incluso en las computadoras más potentes y los sistemas operativos más actualizados puede suceder que algún programa "llore" y no quiera saber que se cierre a menos que haya terminado por la fuerza su proceso.
Si pero cómo matar un proceso relacionado con una aplicación que ya no responde a Windows? Si te estás haciendo esta pregunta, debes saber que no estás solo y que voy a disipar todas tus dudas mostrándote el procedimiento completo para cerrar los programas que se van a congelar con "los malos". ¡Empecemos de inmediato!
Si quieres aprender cómo matar un proceso, el primer paso que debe realizar es abrir el administrador de tareas de Windows. Luego haga clic con el botón derecho del mouse en un lugar de la barra de tareas (el que está en la parte inferior donde también está el botón Inicio) donde no hay botones y seleccione el elemento Iniciar Administrador de tareas en el menú que se abre. Si está utilizando Windows XP, el Administrador de tareas se reemplaza por la redacción Administrador de tareas.
En la ventana que se abre, seleccione la pestaña Procesos y primero haga clic en el nombre del proceso relacionado con la aplicación que desea finalizar (p. ej. program.exe) y luego en Proceso finalizado dos veces seguidas para terminar con fuerza el proceso. De esta forma, el programa bloqueado se cerrará inmediatamente y se desbloqueará todo el sistema.
Si estás buscando una manera de matar un proceso De una manera un poco más simple, eche un vistazo al programa gratuito Process Assassin que le permite terminar todos los procesos más comunes de Windows con prácticos botones que siempre están a un clic de distancia. Para descargar el programa, conéctese a su sitio web y haga clic en el elemento Asesino de proceso 1.4. Cuando se complete la descarga, haga doble clic en él para abrir el archivo que acaba de descargar (Process_Assassin_v1_4.zip), extraiga el contenido a cualquier carpeta e inicie el programa Proceso Assassin.exe.
En la ventana que se abre, encontrará los botones para eliminar todos los procesos de Windows más comunes (por ejemplo, Explorer, programas de Office, etc.) divididos en categorías. Para finalizar un proceso basta con hacer clic en el botón que le concierne, mientras que para matar un programa de terceros que ya no responde hay que hacer clic en Asesinar y seleccione el programa en cuestión.