Android es un sistema operativo muy flexible. En comparación con plataformas de la competencia como iOS y Windows Phone le da al usuario una mayor libertad de acción, pero esta ventaja innegable se paga con un poco más de riesgos en el lado de la seguridad. La posibilidad de instalar aplicaciones de fuentes externas que en la Google Play Store y la difusión generalizada del sistema operativo (es la plataforma de software más utilizado en el campo de teléfonos inteligentes) han hecho que Android podría atraer sobre sí la atención desagradable de los delincuentes cibernéticos, que el malware de diseño tenía como objetivo espiar las actividades de los usuarios, recolectar sus datos y, en algunos casos, activar costosos servicios premium de SMS.